LAUN es una discoteca que ofrece una nueva experiencia en entretenimiento, sofisticado y exclusivo, diseñado especialmente para brindar comodidad y seguridad para nuestros clientes, esta es la auto denominación de una de las discotecas por el momento de moda en Quito.
Empezaré citando la locación en general: el espacio permite disfrutar de una manera cómoda y si cabe el termino holgada de una fiesta, lo que más me llamó la atención es que no existen sillas o banquetas en todo el lugar sino todo lo contrario, los lugares para sentarse son contados y eso permite la afluencia de gente en las "horas pico" de la noche.
Algo realmente importante en este tipo de establecimientos es la música, no tengo queja alguna con este aspecto, el DJ funciona correctamente, a medida que avanza la noche te inunda los oídos con hits que quieres escuchar y te ponen a bailar, aunque lo malo de esto es que no sabes a ciencia cierta quien es el que mezcla la música por que en la cabina exclusiva del DJ existen por lo menos 4 personas a lo largo de la noche que disfrutan de una fiesta a aparte mientras hacen le hacen compañía.
Estoy seguro que no soy el primero ni el último pero choca un poco conmigo el tema de la "viveza criolla", la barra del establecimiento estaba realmente llena, y solo una persona atendía a todos los exigentes bebedores, bien, el punto es que pedí una botella, al parecer el bar tender se hizo el que "no escuchó" y me sirvió 4 shots del trago que pedí, mientras lo hacía le dije que no me los sirva que ese no era mi pedido, pero fue demasiado tarde, el escuchó eso y eso me sirvió, cuando pedí que me los cambiara por mi botella me supo manifestar que no puede devolver los tragos a su envase original y que me los tome o no, tendré que pagarlos. Mi noche transcurría con este mal entendido.
Un lugar agradable para disfrutar de una noche de farra única como las de Quito, lo que pasa en el LAUN se queda en el LAUN, con el prestigio ganado a través de los fines de semana capitalino es complicada la entrada a la discoteca, me quedé con la impresión de que entran en su mayoría amigos, primos, panas, conocidos de o los dueños que el público en general, en definitiva, nada distinto pero muy agradable.
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